jueves, 7 de mayo de 2009

MAD WORLD









Litros de sangre, acción brutal y violencia satírica: premio a la muerte más espectacular. La violencia regresa al Wii y ¡De QUE FORMA!

La violencia no tiene justificación, pero es que acabar con la telebasura de un mundo sumido en la locura es una idea demasiado tentadora. Y eso es precisamente lo que nos plantea MadWorld, la original y violenta propuesta de SEGA para que con una motosierra en mano acabemos con un morboso y macabro programa de televisión al que le importan poco unas muertes con tal de ganar audiencia.

Planteada por los creadores de los maravillosos Okami y Viewtiful Joe, la historia de MadWorld es un ejercicio paródico que hiperboliza el poder e influencia de la televisión en nuestras vidas. El humor sátiro, negro y ridículo nos acompaña en cada muerte, en cada golpe, en cada fase y en cada una de las 8 horas que dura un programa de televisión del que nosotros somos los protagonistas.

Varrigan City es una ciudad en cuarentena. La urbe ha sido escogida para albergar los macabros juegos televisados de Death Watch y las reglas son muy sencillas: mata o muere. Para poner las cosas más complicadas, un virus ha sido inoculado a todos los habitantes y si quieren obtener una vacuna sólo deben de acabar con alguien. Sencillo para los más fuertes pero imposible para los más débiles. El mundo se ha vuelto loco y solamente alguien menos cuerdo que la media podía entrar en la acción para acabar con este disparatado programa de televisión que está batiendo audiencias.

Premio a la muerte más espectacular
Cada nivel dispone de un límite de 30 minutos, un período de tiempo en el que nuestro cometido es muy sencillo: ganar puntos con las muertes que consigamos. Ahora bien, y como diría cierta película, aquí la muerte tiene un precio, el cual depende directamente de su espectacularidad. No es lo mismo clavar un poste en la cabeza de un rival, ponerle a continuación un neumático como flotador y acomodarle con el conjunto de moda en un terrorífico pincho mortal, que simplemente arrojarlo a las vías del tren para que el conductor de la locomotora se ocupe del trabajo sucio.

Sádica originalidad
La violencia engendra violencia y esa es una de las máximas en MadWorld. Cuantos más enemigos humillemos, mayores retos se abrirán ante nuestros ojos. Un autobús con pinchos en la carrocería o un bate de clavos serán algunos de los premios por la insistencia de nuestros continuados y contundentes golpes. Una experiencia que encuentra en los eventos Blood Bath un momento ideal para propiciar un pequeño descanso, constituido por unos satíricos minijuegos que plantean el uso de dardos humanos, la práctica de golf con cabezas enemigas o meter a los rivales en unos cohetes-cubo que estallarán por los aires creando unos sangrientos fuegos artificiales.

Platinum Games ha demostrado una gran originalidad a la hora de dar lugar a situaciones ridículamente divertidas, las cuales alcanzan su clímax en las batallas de final de nivel, con la presencia de rivales tan disparatados como un motorista loco, un enorme Frankestein, una voluptuosa vampira o un robot homicida. Todos, por supuesto, con sus específicos puntos débiles a explotar para avanzar en un videojuego donde, como Travis Touchdown (No More Heroes), el principal objetivo es convertir a Jack en el asesino número uno del programa de televisión Death Watch.
Blanco y negro bañados en sangre
Y es que MadWorld es en realidad un espectáculo lascivo, prohibitivo, demasiado suculento para ignorarlo. Sin quererlo, acabamos siendo espectadores que tienen el don de la interactividad. Formamos parte de esta especie de lucha de gladiadores del siglo XXI televisada y por ello Platinum Games no ha dudado en aportar sólo los elementos propios de una retransmisión, sino también las bases sustentadoras de una estética única, innovadora y rescatada directamente del mundo del cómic.

Fin de la programación
Evidentemente, esto incluye al apartado sonoro. Cerca de una veintena de composiciones con mucho ritmo nos acompañan en este particular "show" televisivo, aunque aún más inmersivos son los comentaristas, que hablan en castellano e ilustran verbalmente nuestras acciones utilizando una jerga actual que no repara en un uso políticamente correcto del lenguaje. Las carcajadas o, al menos, las sonrisas picaronas, están garantizadas en un videojuego con continuos guiños al usuario.

Informacion tomada de 3D juegos........ grandes gamers

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